En el marco del Día Internacional de la Mujer, este artículo invita a reflexionar sobre los desafíos que aún persisten en la búsqueda de la igualdad de género. Aunque se han logrado avances significativos, el acceso de las mujeres a posiciones de liderazgo sigue condicionado por barreras invisibles como el techo y las paredes de cristal, que limitan su crecimiento en distintos sectores.
Más allá de visibilizar estas desigualdades, este análisis propone un cambio de paradigma basado en la inclusión y la diversidad como motores de transformación. Porque cuando todas las voces encuentran su espacio y se valoran las distintas perspectivas, no solo se crean oportunidades más justas, sino que también se impulsa una sociedad más equitativa e innovadora.
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